Procedente de la iglesia de Villamorón, hoy prácticamente deshabitado, se depositó en el almacén diocesano, este retablito que se hallaba en el ábside lateral de la epístola de dicha iglesia. El retablo se asentaba sobre un basamento con sagrario ajeno totalmente al retablo y en un estado de deterioro mayor aún que el del mismo retablo, que era muy grave. Para poder ser expuesto en el museo ha tenido que ser sometido a un profundo tratamiento en su arquitectura.
El retablo dedicado a San Joaquín y Santa Ana es un conjunto de relieves y dos escenas de escultura exenta, en la calle central que carecen propiamente de unidad narrativa (o que no desarrollan propiamente una historia). Los temas de las calles laterales tienen como denominador común el martirio, con relieves dedicados a santas mártires, mientras que los de la calle central carecen de toda unidad.